La diferencia entre la Sidra de asturias y resto del mundo


La sidra de Asturias y las sidras del mundo presentan diferencias significativas en términos de tradiciones, procesos de producción, estilos y perfiles de sabor. Aquí hay algunas de las diferencias más destacadas:

  1. Variedades de manzanas: En Asturias, España, se utilizan variedades autóctonas de manzanas, como la "llambrina", "regona" o "prieta", que tienen características específicas para la producción de sidra. Estas variedades aportan acidez, taninos y aromas únicos a la sidra asturiana. En otras partes del mundo, se emplean diferentes variedades de manzanas locales que aportan sus propias características distintivas.

  2. Proceso de elaboración: La sidra de Asturias se produce principalmente mediante un método tradicional conocido como "escanciado". Consiste en verter la sidra desde una altura considerable para oxigenarla y mejorar su sabor y aroma. Por otro lado, en otras regiones del mundo, se utilizan diferentes métodos de producción, como la fermentación en barriles de roble, fermentación en botellas cerradas o incluso el uso de técnicas modernas de producción industrial.

  3. Grado de carbonatación: La sidra de Asturias tiende a tener una carbonatación natural baja a moderada, lo que significa que tiene una cantidad relativamente baja de burbujas. En contraste, algunas sidras de otras partes del mundo, como la sidra espumosa, se caracterizan por tener una carbonatación más pronunciada similar a la de un champán o cava.

  4. Perfil de sabor: La sidra de Asturias suele ser seca y ácida, con un equilibrio entre acidez, amargor y ligeros matices afrutados. La presencia de taninos aporta una ligera astringencia. En comparación, las sidras de otras regiones pueden variar en su nivel de dulzura, acidez y notas de frutas específicas debido a las variedades de manzanas utilizadas y los métodos de producción empleados. Por ejemplo Posdata Sidra (etiqueta roja) es un blend de manzanas, perfecto balance de dulzor y acidez, ligera, con una carbonatacion que perdura en cada trago, con solo 90 calorias para convertirla en una opción perfecta. 

  5. Cultura y tradiciones: La sidra de Asturias tiene una rica cultura y tradición asociada a su consumo. Se bebe directamente desde el "culín", que es un vaso pequeño, y es común acompañarla con platos tradicionales asturianos, como la fabada (un guiso de fabes con chorizo y morcilla) o el cabrito asado. En otras partes del mundo, las sidras pueden tener sus propias tradiciones y maridajes específicos según la cultura local.

En resumen, mientras que la sidra de Asturias destaca por su tradición, método de escanciado y perfil de sabor seco y ácido, las sidras del resto del mundo presentan una diversidad de estilos, variedades de manzanas y procesos de producción que les confieren características únicas y distintivas.